"Yo no puedo decir si lo que el mundo considera "felicidad" es o no es felicidad. Todo lo que sé es que cuando considero el camino que muchos recorren tratando de conseguirla, los veo correr precipitadamente, amargados y obsesionados, con las prisas generales del rebaño humano, incapaz de detenerse a sí mismo o cambiar de dirección. Y todo ello mientras proclaman que están a punto de conseguir la felicidad.
Por mi parte, no puedo aceptar su forma de ver las cosas, tanto si se trata de la felicidad como de la desgracia. Me pregunto si, al fin y al cabo, su concepto de la felicidad tiene algún sentido. Mi opinión es que nunca nadie alcanzará la felicidad hasta que deje de buscarla. Mi mayor felicidad consiste precisamente en no hacer absolutamente nada que esté calculado para obtener la felicidad. Y esto para mucha gente es la peor conducta.
Yo quiero mantenerme fiel a la frace que dice: "La alegría perfecta es estar sin alegría. La alabanza perfecta es no ser alabado".
Si alguien pregunta "qué debería hacerse" y "qué no debería hacerse" en el mundo para conseguir la felicidad, mi respuesta es que esas preguntas no tienen respuesta. No hay forma de determinar esas cosas.
Pero, al mismo tiempo, si ceso de esforzarme en buscar la felicidad, lo "correcto" y lo "erróneo" se hacen aparentes de inmediato por si mismos.
Alegría y bienestar se hacen posible de inmediato en el momento en que uno cesa de actuar con la vista puesta en ellos, y si uno practica el no-hacer (wu wei) tendrá ambas cosas, felicidad y bienestar."
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