- Sabes Oscar, hay dos tipos de sufrimiento: uno es el físico y otro el moral. Si te clavan unos clavos en las muñecas o en los pies no puedes evitar sentir dolor, lo sufres, en cambio la idea de morir no tiene por qué dolerte… depende de ti. A él, la idea de morir, no le causa ni miedo ni dolor.
- Ya, ¿pero conoces a gente que se alegre de morir?
- Mi abuela, no dejó de sonreír en su lecho de muerte, tenía prisa por saber qué iba a pasar. Tememos a la muerte porque es algo desconocido, pero dime….¿Qué es lo desconocido?
- Nadie lo sabe.
- Así que yo ante lo desconocido te propongo no tener miedo. Sino confianza.
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