No te preocupes por el futuro. O preocúpate si quieres, pero sabiendo que la preocupación es tan eficaz como tratar de resolver una ecuación de álgebra masticando chicle. Es casi un hecho que los problemas que realmente tienen importancia en tu vida son aquellos que nunca que nunca pasaron por tu mente... como aquellos que se apoderaron de ti a las cuatro de la tarde de un martes cualquiera.
Todos los días haz algo a lo que le temas. Canta. No trates los sentimientos de otros de forma irresponsable, y no te olvides de lso que actuan de forma irresponsable con los tuyos. Relájate. No pierdas el tiempo envidiando, algunas veces se gana y otras se pierde, el camino es largo y tienes que llegar al final. Recuerda los elogios que recibas. Olvida los insultos (pero si consigues hacerlo, dime cómo hacerlo).
Guarda tus cartas de amor. Tira los viejos extractos bancarios. Estírate. No te sientas culpable si no sabes muy bien lo qué quieres de la vida. Las personas más interesantes que conocí a 22 años no tenían ni idea de lo que harían con su vida. Es más, algunas de ellas, hoy, a los 40 todavía no lo saben. Toma mucho calcio. Se amable con tus rodillas,te vas a acordar de ellas cuando no funcionen más .Tal vez te cases, tal vez no. Tal vez tengas hijos, tal vez no. Tal vez te divorcies a los 40. Tal vez bailes el vals en tu 75º años de casados. De las cosas que logres no te sientas ni muy orgulloso ni te critiques demasiado. Entre las cosas que tienes para elegir, siempre hay posibilidades de acertar igual que las opciones de los demás. Disfruta tu cuerpo. Aprovéchalo de todas las formas que puedas. No le tengas miedo de el ni del o que las demás personas piensen de el. El es tu mejor instrumento que tendrás jamás.
Baila, aunque el único lugar que tengas sea el salón de tu casa. Lee todas las instrucciones aunque después las ignores. No leas revistas de belleza, para lo único que sirven es para que te sientas una persona horrible.

Pero hazme caso cuando hablo del protector solar.
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