"Mañana nos vemos", "mañana le digo que lo quiero", "mañana, mañana, mañana". Y, ¿quién te dijo que el mañana lo tenemos asegurado?, ¿quién te dijo que llegamos a la vida con un contrato de permanencia? Es tanta nuestra inconsciencia que en vez de agradecer por cada amanecer, por la vida, por las oportunidades que nos regala con cada amanecer para compartir y disfrutar cada día, cada instante con los seres que amamos, nos enojamos cuando se presenta la muerte, cuando llega el punto final.
Raquel Levinstein
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