El que ve sólo cinco colores en el mundo, se asemeja al ciego.
El que oye sólo los sonidos del mundo material, se asemeja al sordo.
El que, comiendo, siente sólo el sabor de la comida material, se equivoca.
El que, obsesionado por las ganancias, corre a toda prisa, es demente.
Consiguiendo tesoros y adornos, actúas en detrimento de ti.
Los esfuerzos del sabio se dirigen a tener satisfecha la vida, y no a tener muchas cosas. Y él, contentándose con poco en el mundo material, escoge lo Primordial.
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