assan te he estado esperando.
- ¿Me esperabas a mi?
- Te necesito para que seas testigo de mi muerte.
- ¿Por qué yo? A mí me da mucho miedo la muerte.
- Precisamente por eso. Si al bebé en la oscuridad del útero materno se le dijera que fuera hay un mundo de luz, con altas montañas, grandes mares, onduladas llanuras, hermosos jardines en flor, arroyos de aguas frescas y cristalinas un cielo cuajado de relucientes estrellas. Y tú frente a todas estas maravillas sigues encerrado en esta oscuridad. Igual que el nonato no sabe nada de estas maravillas yo no creeré nada de esto, como nosotros cuando nos enfrentamos a la muerte por eso, por eso nosotros tenemos miedo.
- Pero la muerte no puede tener luz, porque es el fin de todo.
- Como puede ser el final de algo que no tiene principio. Hassan, hijo mío, no puedes estar tan Trieste en mi noche de bodas.
- ¿tu noche de bodas?
- Si, de mi matrimonio con la eternidad. Ahora déjame solo, vuelve para cubrir mi cuerpo con arena.
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