Dejo que el amor me invada sin ponerle trabas, como se enamoran los adolescentes... si hemos de reencontrarnos, así será...
... Y así fue. Poco a poco empezamos a acercarnos y una nueva relación fue surgiendo con el tiempo. Pero fue una relación distinta, más madura, amorosa y sin silencios.
No ha sido fácil, pero ha sido hermoso. Aprendí a creer en mí, en el amor, en la incondicionalidad y en la libertad. Aprendí también que la confianza se puede reconstruir, que el amor hay que trabajarlo día a día y que todo sucede por algo.
Ahhh... el coraje de volver a confiar, el coraje para abandonar los viejos pensamientos, actitudes y creencias, y no permitirles entrar cuando vuelven a golpeando y susurrando en la puerta de nuestra mente y nuestro corazón.
También el coraje de mirar con nuevos ojos, buscar nuevas cosas. Tener fe que esta vez lo lograrán.
Caroline Ward
María Eugenia Burgos
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